El viernes pasado disfrutamos de la visita de la mejor entre todas las brujitas buenas. Presenciamos como hechizados sus pócimas y encantos: con una pizca de vinagre y bicarbonato consiguió un volcán en un rato, y agitando su varita, levantó cachitos de papel por encima de nuestras cabecitas.
Así pues, ha llegado la hora de decir adios al proyecto de las Brujas. Durante las últimas semanas hemos trabajado sobre este elemento presente en nuestra cultura, a través del cual los niños y niñas de 3 años han ido verbalizado y dando forma a sus miedos.
Este tipo de personajes les provocan a la vez ansiedad y admiración; juegan a ser brujas porque las saben poderosas, y a través de la curiosidad que éstas les generan, se permiten plantearse preguntas que de otro modo no se atreverían a formular: ¿son las brujas de verdad?, ¿las hay buenas y malas?, ¿qué haría yo si me encuentrara con una?.
Gracias a enfrentarse a través del juego a la ansiedad que les producen estos seres -¡y sin asustarles!-, desarrollan habilidades de manera natural para sentirse seguros y seguras en su propio miedo. Como bien dice la sabiduría popular, tanto decirle al niño/a que viene el Coco, le va perdiendo el miedo poquito a poco.
Os dejamos el link de dos vídeos de canciones sobre brujas que hemos trabajado estos meses, por si queréis darle continuidad al proyecto en casa.
[youtube]http://youtu.be/3jO5Omszt74[/youtube]
[youtube]http://youtu.be/Ic_MbWSYh54[/youtube]